Ayer recibí una llamada. Era una entrevista telefónica. Para los que os haya pasado alguna vez, lo sabréis, creo que es algo más difícil que la personal. Ésta no te la esperas nunca. Te pilla "en bragas", por decirlo de alguna manera. No hay nada preparado. Eres tú y nadie más que tú.
Pero aquí me tenéis, pasé esa entrevista. Y hoy tenía una segunda entrevista, la personal.
Os pongo en situación: tienda de ropa busca aprendiz de dependienta. 30 horas a la semana. Contrato de formación de un año. Sueldo aceptable. Encargado amable. Marquesa más agradable aún, mi mejor sonrisa, y mis nervios a flor de piel. Creo que me ha salido bien. Bastante bien.
La respuesta...MAÑANA.
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