martes, 20 de noviembre de 2012

Enchufes.



Que si entregas un CV en una clínica, a pesar de tener experiencia, ese "ya te llamaremos" porque no tienes un buen enchufe.


Que si lo entregas de camarera "no, porque no tienes experiencia".


Que si lo entregas para promotora: "no, porque no cumples los requisitos de la talla".


Que si lo entregas en una tienda: "no que no eres demasiado choni".


Si lo entregas en un supermercado: "su solicitud tiene que ser enviada por internet, la cual nunca miraremos".


Si lo entregas para recoger limones: "no, que ya tenemos suficientes extranjeros". Si lo entregas en una funeraria: "No, que no se muere suficiente gente".


Lo entregues donde lo entregues siempre tienes ese "NO, QUE TE DEN MUCHO POR CULO". Y aún así, no pierdes la esperanza, de que con 25 años, una diplomatura y un máster, algún día te llamarán. ALGÚN DÍA.


Mientras tanto, te desesperas mirando las cien mil ofertas de comercial que salen al día en Infojobs, Laboris, Infoempleo, Insertia, Pijos y Pollas.


Como yo, millones de españoles que esperamos esa llamada, estamos peor que los quinceañeros mirando el móvil cada 5 minutos con la desesperación de que nos llame esa persona tan ansiada. ¿FORMACIÓN, PARA QUÉ? ¿EXPERIENCIA, PARA QUÉ? Un buen ENCHUFE hasta para barrer una puerta. Pero eso sí, ¡QUE VIVA ESPAÑA! Manda cojones...

jueves, 8 de noviembre de 2012

De tallas va la cosa.

Soy una chica normal. Quedaros con esta palabra: NORMAL. Para mí, la palabra normal significa ser una persona (físicamente hablando) que no está ni extremadamente delgada, ni tampoco gorda.

Desgraciadamente en la época de crisis que estamos, como bien habréis leído en otros posts de mi blog, no encuentro trabajo de lo que he estudiado. Por motivos personales, no he decidido aún el irme a trabajar fuera. No me convence el irme a un país extranjero sin tener a mi pareja, amigos y familia a mi lado.

Como cientos de jóvenes españoles, con una carrera y un máster, decidí el empezar a buscar trabajo en otros ámbitos en los que me veo con capacidad para trabajar. Y descubrí el mundo de las azafatas de imagen-degustación-promotoras.

Mi primer trabajo fue por medio de una amiga. Ella ya llevaba trabajando tiempo en eso, pero no podía realizar unos días en concreto y me pidió que la cubriera. Pero claro, aquí no solo basta con decir "soy amiga de", aquí importa el tener una talla, altura y cara bonita en concreto. De repente, empiezan a llegarme miles de correos preguntándome mi talla tanto de camiseta, como de pantalón, y que le mande mínimo 5 fotos para ver si les convenzo.

Todo bien, me dicen que soy guapa, pero no les convence mi talla de pantalón: una 40-42 (Según el tipo de pantalón). Desde los 15 años, siempre he llevado la misma talla de pantalón, y por mi altura, mis medidas están bien. Ya os digo de nuevo, soy una chica NORMAL.

Conseguí que me aceptaran porque tengo mucho don de gentes, soy simpática y agradable con la gente y ante todo, pienso que una promotora, tiene que saber vender bien el producto que está ofreciendo, con una sonrisa que consiga agradar al cliente, y que esa sonrisa siempre esté le digan que sí o que no.

Desde ese primer trabajo, tengo ya un año y medio de experiencia en este sector. He hecho degustaciones, promociones a pie de stand, sin stand, un sinfín de productos y campañas varias de duración larga o corta.

Pero aquí llega el problema desde hace unos meses. En infinidad de agencias, los requisitos mínimos para que te cojan son una altura de 1,70 (que sobrepaso), pero una talla 34-36-38. ¿¿¿HOLA??? ¿¿¿TALLA 34??? ¿¿¿DÓNDE ESTÁN LAS TALLAS 40 Y 42???

Aquí ya ni siquiera cuenta tu experiencia, gente con mucha experiencia es rechazada, gente simpática y agradable RECHAZADA, gente muy válida para ese puesto RECHAZADA, y todo porque no tienen dicha talla, si no una talla más, PERO UNA TALLA ANTE TODO NORMAL.

Total, que chicas normales, olvidaos de conseguir también en época de crisis un trabajo de promotora, trabajo que antes, incluso gente con una talla superior a la 42 podía realizar, pero que desde hace unos meses hasta ahora lo han suplido por chicas que bien podrían equipararse a una escoba.