En busca del trabajo perdido

Llegó el momento de salir al mercado laboral. Después de 3 años de estar de fiesta en fiesta universitaria y pasarme las clases en la cafetería, tenía mi título universitario.

Había elegido una de las carreras con más salidas, ¡a mí no me iba a faltar el trabajo!

No contenta con eso, que mejor que estudiar un año más y prepararte el doble, un máster en un currículum sube el caché a cualquiera.

Patearte la ciudad día tras día, recorriendo todos los sitios en los que sabes que tienes alguna posibilidad, y en tu cabeza "¡va a ser muy fácil, en unos días me llamarán!".

Aún así, en cada entrevista de trabajo siempre se me ha olvidado el factor más importante: "escote, rodillas en el suelo y capacidad de usar la lengua sea hombre o mujer".

Así que, aquí estoy, tras 4 años de inagotable búsqueda, sin tener ni siquiera la posibilidad de ser una más de esos 5 millones de parados. ¡Que Viva España!